TRAVESÍA A SIHUAS
TRAVESÍA A SIHUAS
Llegará el sol como hormiga gigante
cuando la mañana cuartee el camino
por las escarpas majestuosas y lacias
escuchando los cantos de pacchas
de luz blanca, en el viaje que despunta.
Las pacchas que musitan en bajadas,
cristalinas, aromadas por viento azul
van urdiendo colores y burbujas de cerca,
sus claras frescuras andarinas y andinas,
sobre la pendiente lejana y fragosa, silban
como corno de gigante con roja melena.
Sentados y en movimiento de carros
atrapados en farallones de tierra y piedra
embrujados por el clamor de la travesía
subiremos y bajaremos por curvas
indecisas, por gargantas desoladas,
emponchados de abismos y tunales.
Al costado de río sonriente y acascabelado,
por el borde paralelo en desfile de molles
por largas veredas terrosas, iluminadas
por el canto y poesía de eucaliptos
pasaremos entre bríos de aire: el puente
"Arguedas", el nexo metálico y anaranjado
de Sihuas y Perú, de Sihuas pujante.
Primero, antiguo barrio de Chasqui
con su plaza de corazón antañoso,
arriba, el moderno Pingullo, agitado
en el trajín de negocios,palmeras y vidrios.
Más allá "Aqo" , recuerdo de Estete.
Al final "Mitobamba", arcilla de Ande.
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